Quisimos recordar la entrevista que le hizo la periodista Beatriz Pereyra del Periódico Proceso al lanzador mexicano Rafael Diaz pues nos impacto la vida que tubo que llevar y aun así poder llegar a punto de lanzar en grandes ligas.
Considerado como uno de los peloteros mas disciplinados en todos los conceptos necesarios para mantener un nivel deportivo adecuado y suficiente y seguir lanzando en pelota profesional, Rafael Diaz hizo tremendas carreras tanto en liga Mexicana del Pacifico y en liga Mexicana de Beisbol.
22 temporadas en liga mexicana de Beisbol, la ultima con los Generales de Durango en donde tubo en mal récord de 0-2 con solo 12 entradas y 2 tercios lanzados, hablan de la fortaleza de su brazo considerado a esa fecha el mas longevo del beisbol mexicano.
Desde 1989 hasta 1995 se la paso entre rockie y Clase A, AA y AAA en el beisbol de Estados Unidos hasta que decidió establecerse en el beisbol Mexicano.
Desde antes ya jugaba con los Cañeros de Los Mochis en la Liga Mexicana del Pacifico y en 1996 debuta con Sultanes de Monterrey en la liga mexicana de Beisbol iniciando así un peregrinar de mas de 20 años.
Fue Saraperos de Saltillo su equipo preferido en donde vivió sus mejores épocas durante 10 años, llegando a ellos en 2003.
Al final de su carrera de lanzador acumulo foja de 86-64 en 1269 entradas con 2 tercios lanzados y logrando un porcentaje de carreras limpias de 4.07.
Sin duda números importantes, pero lo que no hizo escribir este contenido es su interesante vida que tubo que sortear con disciplina y carácter que le ayudaron a forjarse como pelotero profesional.
Nacido en Ciudad Juárez un 12 de Diciembre de 1970, desde chico tubo que soportar la ausencia de su padre quien los abandono (a el y a su hermano) para ir en busca del Sueño Americano.
Su madre tampoco pudo resistir ver a su familia enterrada en la pobreza y también los abandono dejándolos en custodia de su abuela de donde los rescato su padre, quien regreso por sus hijos en 1982.
De su abuela agradece quien fue la que los llevo a los parques de beisbol para que iniciaran la practica del deporte.
A sus 12 años, pasando de indocumentado, fue llevado por su padre a la ciudad de Los Angeles en donde tubo oportunidad de vivir la Fernandomania. Lo vio lanzar y también lo acogió como su ídolo en el beisbol.
Ahí también sufrió de bullying al recibir sobrenombres despectivos por ser moreno y no hablar ingles, con todo y eso se involucro en equipos de beisbol de su escuela, empezando a destacar por su fuerza, habilidad y estatura.
El y su hermano sortearon el riesgo de involucrarse en las pandillas pues en los lugares donde vivieron con su padre, fueron zonas peligrosas dominada por las Maras Salvatruchas.
Su padre, que había echo una nueva vida con una mujer de 4 hijos mas un medio hermano que pudieron tener, no pudo mantener esa relacion y tuvieron que emigrar a una nueva dirección en las afueras de Los Angeles, en donde y aun con la pobreza encima, no dejo de practicar el beisbol, impresionando a un scout de los Expos de Montreal quien mediante una bono importante logro abrir la ambición del padre para dejarlo ir a jugar al equipo de Rockie de esa organización.
En su vida destaca un altercado que después de años y ya jugando con Mayos de Navojoa y teniendo como compañero a Fernando Valenzuela, se incomodaron recibiendo amenazas de violencia de quien hasta ese día había sido su ídolo.
20 años después, se reencuentra con su madre Margarita Adame que en forma fortuita la encuentra en la calle, sin conocerla le pregunta por ella misma, llevándose ambos la sorpresa del encuentro. La curiosidad de encontrarla de nuevo se origino porque su hijo deseaba conocer a su abuela paterna y emprendieron hacia Ciudad Juárez, en donde descubrió que tenia otros 2 medios hermanos producto de una nueva vida de su madre después de haberlos abandonado.